miércoles, abril 25, 2012

Sin otro particular por el momento...


Cierta hegemonía está descrita en la imposibilidad por ser magnificente. Las palabras dicen tantas cosas de las personas pero lo no dicho hace más evidente los que realmente se refleja en el vacío personal. Algunas veces me entretengo en encontrar la impúdica personalidad de algunos individuos llevándome la sorpresa de que es más fácil de lo que pude imaginar. Entonces desaparece el reto y con ello el interés. Después de todo es una pérdida de tiempo cuando lo mostrado es tan absurdo, aburrido y común, pero esta es la constante lamentable en ciertos círculos sociales.

Dando vueltas en círculos, como perro escudriñando su humilde aposento, discierno de la volubilidad caprichosa del ser humano. Cierto es que yo participé tantas veces en el juego terrible de lo insoportable de ser el engrane social al que me he adecuado y aceitado perfectamente. Por eso siento lástima constante cuando observo la farsa a la que voluntariamente nos sometemos, pero siento una profunda lástima mayor por mí cuando recuerdo ese estado. Divergiendo así de lo común quiero elegir un sentido opuesto a lo que regresivamente puede llegar en recuerdos, pero esos sueños, que ya no son tan oníricos, ciertamente se posicionan en mi psique apuntalando el cada vez más evidente disgusto e inconformidad.  

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