miércoles, septiembre 10, 2008

Todo tiene un inicio

Alguien dijo que algunas personas debían tener una pluma (¿teclado?) en sus manos para escribir. Supongo esto es cierto, pero además se requiere de un espacio para dejar lo escrito. Mi pretensión no es otra más que la de usar un espacio para depositar parte de aquellas historias, antipoesía, retratos irreales de la realidad, divagaciones filosóficas sin sentido o espasmódicos temas de largas charlas de café...

¿A alguien le gusta la idea?

Bienvenido sea entonces si alguien, además de resistir la lectura de mis interpretaciones, está dispuesto a publicarse, a leerse y a saberse intromisionado en este blog para dejar las letras en fuga. La serendipia del lugar, de la complicidad, del lado íntimo que lleva a escribir...

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