miércoles, septiembre 12, 2012

Sabotaje


Y aún no he logrado evitar sabotearme... Muchas palabras he escrito al respecto y he querido verme con los ojos de los que me han dicho algo amable. Me cuesta trabajo, pensar que algo hay para mí, evitar ponerme al final de la fila, de asumir la modestia que me indicaron que me correspondía, no preguntar, no exponer lo que conozco ni las habilidades que pude desarrollar. Constantemente me deprime y busco un abrigo inútil en la cotidianeidad, en lo común, en lo simple. Tal vez por ello estoy acostumbrado también en la soledad, aunque no es siempre lo que más me agrade. Hoy mismo lloré por sentirme derrumbado y ajeno a todo, por saberme vulnerable al punto de que cualquier persona podría lastimarme. Lloré bajo el agua de la regadera para que las lágrimas se fueran por el drenaje, para que nadie me viera hacerlo, y así desnudo de cuerpo y alma sentí mi dolor por el duelo de perderme en un camino sin sentido y por permitirme perder ciertas esperanzas de mi mente que a ratos aún desea soñar